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…ya hablé demasiado en otros tiempos para no decir nada. Ahora mi discurso tiene una finalidad.Albert Camus, La caídaEn la euforia del 41 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, fui a ver -por recomendación de un especialista- una de las películas brasileñas. El argumento consistía en que unos asesinos “cazaban” a miembros de una comunidad borrada del mapa. Los habitantes de esta última se unen y terminan cortándoles las cabezas a los homicidas. De esta manera hicieron justicia. Al final los espectadores aplaudieron con fuerza y uno de ellos gritó: ¡Bravo!El mensaje es claro: ojo por ojo y diente por diente. Violencia por violencia constituye una lógica indigente que lo iguala todo y legitima la destrucción, los excesos criminales. Leí un comentario de una mujer de izquierda latinoamericana después del atentado del 11 de septiembre a las torres gemelas en EEUU: se alegraba del horror.Casi a diario nos enteramos de la violencia desencadenada en la cotidianidad; en cualquier lugar del mundo alguien -por determinadas razones- ataca a otro ser humano con un arma. Se revelan vidas desconocidas a través de la muerte. El terrorismo expandido a escuelas, mercados, aviones, es noticia recurrente. Como en las guerras mundiales, el juicio queda desamparado.Hace años escuché sobre el relato de una periodista inglesa acerca de cómo un terrorista irlandés intentó asesinar a una persona en el parlamento de Gran Bretaña. En el atentado murieron dos senadores. Pasaron veinte años, el criminal salió de la cárcel y la hija de una de las personas fallecidas quiso conocer al asesino de su padre, averiguar los motivos que lo llevaron a cometer tal crimen. Conversaron y se hicieron amigos, juntos enarbolaron un proyecto de paz y comenzaron a impartir conferencias sobre la necesidad de la no violencia.En nuestro patio se condenan esos abominables crímenes y, al mismo tiempo, se apoya la violencia “revolucionaria”. Los juguetes de los varones son preferentemente ametralladoras, pistolas, cuchillos, soldaditos. Nuestro lenguaje es bélico: enfrentamiento, enemigos, trinchera, batalla… El machete se saca en peleas callejeras. Existe violencia sobre animales, mujeres, enfermos, viejos. Hostilidad simbólica y física sobre nuestros cuerpos y nuestras mentes.La sociedad cubana tiene ante sí tareas que deben tener sus grandes columnas en las familias y en el sistema educativo mediante un proceso de racionalidad mediadora. La cultura de paz se impone, el diálogo como método fecundo para hacer realidad las palabras martianas: “Con el amor se ve, por el amor se ve, es el amor quien ve.” El amor, única fuerza de rescate en esta época de crisis hará posible la restauración de profundas fisuras entre vida y pensamiento.La persona se pierde ante el resentimiento, la venganza, el desquite, la negación de la solidaridad y el encuentro. La pedagogía de la ternura está llamada a ser el discurso del futuro inmediato, a ser camino de vida donde el yo no se enfrente al mundo, donde el nocarece de función: todo será acogida.
Ora con la Palabra
Domingo 29 de enero: IV del Tiempo Ordinario
Mt 5,1-12ª
“Dichosos los pobres en el espíritu”
Lunes: Heb 11,32-40/ Sal 31(30)/ Mc 5,1-20
“Espíritu inmundo, sal de este hombre”
Martes: Heb 12,1-4/ Sal 20(21)/ Mc 5,21-43
“Contigo hablo, niña, levántate”
Miércoles: Heb 12,4-7.11-15/ Sal 103(102)/ Mc 6,1-6
“No desprecian a un profeta más que en su tierra”
Jueves: Presentación del Señor Mal 3,1-4 / Sal 24(23)/ Heb 2,14-18/ Lc 2,22-40
“Mis ojos han visto a tu Salvador”
Viernes: Heb 13,1-8/ Sal 27(26)/ Mc 6,14-29
“Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado”
Sábado: Heb 13,15-17.20-21/ Sal 23(22)/ Mc 6,30-34
“Andaban como ovejas sin pastor”
Intención para Febrero 2023
El Papa nos pide orar por las parroquias, para que, poniendo la comunión en el centro, sean cada vez más comunidades de fe, fraternidad y acogida a los más necesitados.
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