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Esa es la que todos queremos, una familia conformada en nuestra mente según los sueños que a través de los años hemos alimentado. Una familia irreal, que se quedó en la categoría de proyecto, porque a medida que fueron apareciendo sus integrantes y la vida se presentó con sus vaivenes, esa familia imaginada nunca se logró.
Pero la cuestión no es permanecer en un estado de lamentación por lo que quisimos que fuera y no fue, de lo que se trata es de comprender que eso que llamamos felicidad es justamente lo contrario, se es más feliz si se aprende a disfrutar lo que se tiene y nos quejamos menos por lo que no tenemos.
El matrimonio, los hijos y las hijas, los suegros y las suegras, los cuñados, las cuñadas, los primos y las primas, sus esposos, sus esposas, sus hijas e hijos, todos, absolutamente todos los que conforman la familia son personas con defectos. Algunos son más complicados que otros pero ninguno está libre de algún rasgo que no le guste a los demás, entonces se necesita hacer algo que pase por encima de esa realidad que a veces incomoda y crea conflictos más o menos serios.
Un buen intento es esforzarse en poner por encima de todo el concepto "familia" y disponernos seriamente a aceptarnos y ayudarnos mutuamente. Los egoísmos de unos pueden notarse menos si nos fijamos en algunas de sus virtudes, los celos de alguien pueden intentar mejorarse con conversaciones comprensivas, donde se apueste todo por la tolerancia y la paciencia. Solo algo no es posible admitir, y es el maltrato de unos hacia otros, pero ahí, si la familia está verdaderamente unida, la persona que maltrata se verá tan poco aceptada por los demás que en alguna medida deben aumentar sus posibilidades de reflexionar y enmendarse.
No te quejes de tu familia, acéptala, si algunos no te dan amor pues piensa que son ellos quienes más lo necesitan y haz un esfuerzo por brindárselo, es difícil, por supuesto, quizás no te animes a darle flores a quien te ofrece trozos de hielo, pero es posible por ahí se abra un camino de reconciliaciones. Nuestra vida terrenal es única y breve, lo mejor es dedicarla a una convivencia armoniosa y a ayudar a nuestros seres más queridos y a nosotros mismos a resolver problemas decarácter, conductas inadecuadas y frustraciones.
El amor hace grandes cosas, no milagros, eso le corresponde a Dios, pero sí toca las fibras de los más duros corazones, por lo menos hagamos el intento de vivir satisfechos en esa familia que no fue precisamente la imaginada y hagamos de ella un espacio donde la felicidad no tenga que ser necesariamente una utopía.
Ora con la Palabra
Domingo 29 de enero: IV del Tiempo Ordinario
Mt 5,1-12ª
“Dichosos los pobres en el espíritu”
Lunes: Heb 11,32-40/ Sal 31(30)/ Mc 5,1-20
“Espíritu inmundo, sal de este hombre”
Martes: Heb 12,1-4/ Sal 20(21)/ Mc 5,21-43
“Contigo hablo, niña, levántate”
Miércoles: Heb 12,4-7.11-15/ Sal 103(102)/ Mc 6,1-6
“No desprecian a un profeta más que en su tierra”
Jueves: Presentación del Señor Mal 3,1-4 / Sal 24(23)/ Heb 2,14-18/ Lc 2,22-40
“Mis ojos han visto a tu Salvador”
Viernes: Heb 13,1-8/ Sal 27(26)/ Mc 6,14-29
“Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado”
Sábado: Heb 13,15-17.20-21/ Sal 23(22)/ Mc 6,30-34
“Andaban como ovejas sin pastor”
Intención para Febrero 2023
El Papa nos pide orar por las parroquias, para que, poniendo la comunión en el centro, sean cada vez más comunidades de fe, fraternidad y acogida a los más necesitados.
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