EL-TIEMPO-CHoy en Cuba las mujeres estamos en una situación más complicada que en años atrás. Si siempre ha sido difícil para nosotras solventar los problemas de casa, ahora es doblemente espinosa la tarea de desenredar la madeja que representa llevar cada día a nuestros hogares lo mínimo para sobrevivir. En un núcleo familiar, compuesto por una pareja y sus hijos, en el cual la mujer es ama de casa, su rol es el de perseguir los productos que el Estado vende. Esta situación se agudizó a partir de que la Covid-19 entorpeciera aún más la ya precaria existencia, debido a la escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos.

Rousana Díaz, madre de dos niños, es una de las tantas mujeres que tiene que repartirse día tras día entre las labores hogareñas y la búsqueda de lo necesario para subsistir.

Rousana, ¿cuánto tiempo inviertes hoy en la compra de los alimentos de tu casa?

Muchísimo, me paso casi todo el día en colas. A veces hago dos y tres semanales para los diferentes productos, porque casi nunca abastecen los puestos ni los venden el mismo día. Las colas suelen hacerse, incluso, desde el día anterior y hay que chequear el turno para no perderlo.

¿Cómo es eso de hacer las colas desde el día anterior y chequear el turno?

Cuando la gente se entera de que entrará algún producto, se empieza a formar la cola con dos o tres días de antelación. Cada día hay que ir a verificar la cola en varios momentos del día, para no perderla. Muchos reparten turnos en papeles con números, otros recogen los carnés de identidad. Hay que estar pendiente para no perder el turno. Cuando recogen los carnés en el orden en que hicimos la cola, no se arma tanto desorden, pero no siempre lo hacen así. Eso depende de quien esté al frente de la organización en ese momento.

¿Cómo te afecta pasar gran parte del día en una cola para comprar los alimentos y otros productos básicos?

¡Imagínate! Yo vivo con mis hijos y mi esposo, que trabaja de sol a sol. Los días entre semana los niños están en la escuela y no tengo que estar pendiente de ellos, pero cuando están en casa, como los fines de semana, no tengo vida ni pies. Voy del quiosco a la casa y de la casa al quiosco una y otra vez. Es que los productos no vienen en días fijos, sino cuando los envían. La alternativa es comprar en la bolsa negra, pero esto supone pagar cinco veces o más el precio de los productos y mi economía no me lo permite. Entonces no me queda otro remedio que hacer las colas, que no son de un día ni de un ratico, sino de horas y horas en que dejo de atender mis deberes como madre, esposa y ama de casa. Es un tiempo que no recupero jamás.

Ora con la Palabra

 

Domingo 29 de enero: IV del Tiempo Ordinario

 

Mt 5,1-12ª

“Dichosos los pobres en el espíritu”

Lunes:  Heb 11,32-40/ Sal 31(30)/ Mc 5,1-20

“Espíritu inmundo, sal de este hombre”

Martes:  Heb 12,1-4/ Sal 20(21)/ Mc 5,21-43

“Contigo hablo, niña, levántate”

Miércoles: Heb 12,4-7.11-15/ Sal 103(102)/ Mc 6,1-6

“No desprecian a un profeta más que en su tierra”

Jueves: Presentación del Señor 
Mal 3,1-4 / Sal 24(23)/ Heb 2,14-18/ Lc 2,22-40

“Mis ojos han visto a tu Salvador”

Viernes:   Heb 13,1-8/ Sal 27(26)/ Mc 6,14-29

“Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado”

Sábado:   Heb 13,15-17.20-21/ Sal 23(22)/ Mc 6,30-34

“Andaban como ovejas sin pastor”


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               Intención para Febrero 2023

El Papa nos pide orar por las parroquias, para que, poniendo la comunión en el centro, sean cada vez más comunidades de fe, fraternidad y acogida a los más necesitados.

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